THE WHITE HOUSE
Office of the Press Secretary
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Saturday, November 11, 2000 |
DISCURSO POR RADIO DEL PRESIDENTE
A LA NACIÓN
EL PRESIDENTE: Buenos días. En este Día de los ex Combatientes en que rendimos homenaje al servicio y sacrificio de nuestros hombres y mujeres uniformados, somos testigos de la extraordinaria flexibilidad de la democracia por cuya defensa ellos han ofrendado su vida.
Desde nuestros primeros tiempos, el derecho al voto ha significado el derecho a participar y ser escuchado. Si alguna vez se dudó de la importancia de ejercer el derecho más fundamental de la ciudadanía, ella quedó firmemente ratificada el martes. Ningún estadounidense podrá volver a decir en serio: mi voto no cuenta.
El Presidente Franklin Roosevelt dijo una vez, "la democracia no es algo estático, es una marcha permanente". Nuestros Fundadores pueden no haber previsto todos los retos que presenta la marcha de la democracia, pero elaboraron con arte una Constitución que sí los prevería.
El pueblo se ha expresado. Lo importante que debemos recordar ahora es que se ha activado un proceso destinado a resolver las discrepancias y los retos de las elecciones. Nos queda ser pacientes y esperar los resultados.
Deseo felicitar tanto al Vicepresidente Gore como al Gobernador Bush por una campaña vigorosa y tesonera. Una vez más, el mundo ve la democracia en acción. Los acontecimientos que tienen lugar en Florida no son signos de un país dividido, sino de la robustez de nuestro debate, que se resolverá gracias a la vitalidad de nuestra Constitución y nuestras leyes. Independientemente del resultado y, como siempre, nos presentaremos unidos como país.
A medida que se desarrolla este proceso electoral, el país sigue adelante. Mañana iniciaré un viaje a Asia que terminará en Vietnam. Seré el primer Presidente que visite ese país desde los momentos más críticos de la Guerra de Vietnam. Iré para abrir un nuevo capítulo de nuestra relación con su pueblo.
Durante casi una década, hemos estado construyendo una relación más normal con Vietnam, apoyando cada uno de nuestros pasos en el progreso y en la importancia de nuestros conciudadanos perdidos en Vietnam durante la guerra. Hemos avanzado mucho, repatriando despojos, obteniendo documentos, sin olvidar jamás que cada caso representa a un valiente estadounidense con un nombre, un hogar y una familia que se interesa por su suerte.
Aclararé en Vietnam que esperamos seguir contando con su cooperación. También ofreceré el apoyo del pueblo norteamericano a Vietnam en su mayor apertura al mundo, promoviendo el comercio, fomentando más vínculos entre nuestros pueblos y defendiendo los derechos humanos y la libertad de credo.
También tenemos asuntos importantes que atender a nivel nacional. Al prepararse el Congreso para terminar su trabajo del año, insto a sus miembros a que aprovechen el progreso bipartidista logrado. Terminemos la tarea de mejorar nuestras escuelas, resolver nuestras diferencias sobre la inmigración y seguridad laboral, y elevemos el salario mínimo. Debemos comprometernos a terminarla por el pueblo estadounidense, antes de que tome posesión el próximo Presidente en enero.
Hace un par de noches, celebramos el segundo centenario de la Casa Blanca. Conmemoramos mucho más que el bicentenario de un edificio. A lo largo de dos siglos de guerra y paz, de triunfo y tragedia, la Casa Blanca se ha mantenido como el símbolo viviente de nuestra democracia. Ha acogido bajo su techo a cada Presidente desde John Adams, siempre mediante una transición pacífica del poder.
Este mes de enero, como desde hace 200 años, volverá a hacerlo: por el poder perpetuo de nuestra Constitución y nuestra fe inalterable en nosotros, el pueblo.
Gracias por su atención.
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